miércoles, 5 de diciembre de 2018

Simplemente



Cosas de Lola





Te levantas una mañana, pensando que todo está conseguido y encuentras que se evaporó en una mañana de niebla y que de nuevo tienes que emprender camino.

Otros en cambio te muestran que el acierto o el desatino, está en las manos equivocadas y gritas ante el hastío. Que me sueltes destino, que quiero escribir mi libro y con esa tinta que destilas no soy capaz ni de empezar un signo.


martes, 2 de octubre de 2018

Lola Fontecha, en vía dispuesta


Superó los tiempos verbales, conjugando el presente en cercanía. Las termitas se deslizaron por el frío metal y ya nunca mas se supo de ellas. Dicen, que jugaron a la ruleta rusa y ésta supo hacer la cuenta perfecta de uno mas uno son once de forma inoportuna.

Seguimos camino...

Lola Fontecha en vía dispuesta.

jueves, 5 de julio de 2018

Algo está sucediendo...

Cuando era pequeña, ella me avisaba con sus primeros vuelos del comienzo de la primavera. Hoy algo ha cambiado, ya no regresa en vuelo rasante porque no hay despedida si no emprende la marcha.


martes, 22 de mayo de 2018

Aquí y ahora...

Aquí, ahora. Sin adornos ni colores, que distraída, te puedan hacer perderme de vista.

lunes, 26 de marzo de 2018

El calor del sol...



Los años pasan mirando para otro lado.
Se empeña en romper sueños en mil pedazos.
En abrirnos la herida, 

una y otra vez.
En agriar el “buenos días” con malas noticias.
En hacernos ver,
que ya, nada volverá a ser la pincelada oportuna,
en el lienzo níveo de la vida.

Hacernos mayores y ver, eso es crecer en la zancadilla justa para hacernos tropezar en nuestros propios pasos.


Siempre nos quedará el calor del sol para volver a empezar.

martes, 30 de enero de 2018

Instantes de Lola


Construimos sueños acomodados en los principios vitales de lo establecido y todo es frágil hasta el instante de hacerlos realidad...

Cosas de Lola.

jueves, 18 de enero de 2018

El tiempo está después...




El tiempo está después, los sueños empujaban la puerta y decidimos dejarlos entrar aquel día en el que la lluvia dejó seca el alma. Tu primavera se tornó en otoño y el azul del cielo se hizo gris con el viento de levante. -Volveremos a encontrarnos-, le dijo con los ojos cerrados y siguió camino entre zarzas enredadas a sus pies.