sábado, 20 de abril de 2013

MERCADO DE LA BOQUERIA, EN BARCELONA


Admirada por los colores, 
embriagada por los olores...













Ya nos habíamos marchado del lugar, pero un amigo me avisó de su existencia y le pedí a mi hijo que volviéramos para verlo. Era tarde y estaba cansado, pero el pobre no me puede negar nada que me haga ilusión. 

Disfruté muchísimo y aproveché para comprar un par de botes que contenía al menos cinco clase de fruta, todo hay que decirlo.