De todo se sale y el tiempo lo dispone.
Puede costar levantar cabeza y ver más allá de nuestras narices cuando el dolor
apremia y sentimos que los problemas no cesan. Pero al menor resquicio sentimos
la vida plena, desde arriba, con las alas bien abiertas para aprovechar brisas
que nos hagan deslizarnos por ella...
Que sí, que todo acaba y que todo empieza.
Que sí, que todo acaba y que todo empieza.
Abrazoteee grandee, dicen que de todo se va saliendo, ¡ánimo!
ResponderEliminarBesines utópicos, Irma.-
Preciosa la foto, preciso el comentario.
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